FERNANDO PICHARDO SILVA |
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PELUQUERO |
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FERNANDO PICHARDO
SILVA, o el maestro Pichardo como le decimos, es el último de
los profesionales masculinos de la peluquería que queda en Facinas. Desde niño fue el aprendiz de su padre y maestro Francisco Pichardo, que tuvo, según se recuerda, los negocios en Vista Alegre y en el lugar actual, que es el comienzo de la calle Divina Pastora, junto al cine. La música
moderna de los años sesenta-setenta, le entusiasmaba, y las
reuniones de amigos eran su diversión diaria. Los fines de semana, al igual que todos los compañeros se vestían las mejores galas y visitaban los pueblos cercanos para divertirse. En una de aquellas visitas conoció en Barbate a la que hoy es su mujer y madre de Fernando, su único hijo. Antonia Ureba Pérez es el nombre de esta barbateña que ya es conocida como una facinense más. Mujer con gracia, amabilidad y trabajadora, un complemento que se merecía nuestro hombre. Hoy, mientras él mira el almanaque esperando el año que le falta para la jubilación, todo el pueblo se pregunta quién tomará el relevo, que se presenta bastante difícil si pensamos en el genero masculino, porque que se sepa no hay joven interesado en la profesión. Cuando ello suceda, Facinas se quedará sin uno de los lugares de más solera como han sido las barberías, cargadas de historias, chistes o comentarios entre clientes y maestro. Ya no se oirá el tris-tras de la tijera, el sonido del paño al sacudirse o la pregunta del vecino diciendo “¿Cuándo me toca maestro?. Fernando ha sido fiel a su profesión de barbero tradicional, dedicado exclusivamente a “arreglar” a los varones, dejando a las mujeres el trabajo de las de su género. En nombre de todas
las cabezas del pueblo de Facinas, de Tarifa y de los contornos, ¡Felicidades
maestro! , por haber sido fiel a esa tradición aplicándole
su sello personal de hombre simpático, honrado y servidor. Eres
un auténtico personaje de Facinas |
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